Se entiende por biomasa al conjunto de materia orgánica renovable de origen vegetal, animal o procedente de la transformación natural o artificial de ésta.
Como fuente de energía, la biomasa presenta una gran versatilidad ya que permite obtener mediante diferentes procedimientos, tanto combustibles sólidos como líquidos o gaseosos.
En el siguiente esquema podemos visualizar los distintos procesos de conversión de la biomasa y los resultados obtenidos:
Procesos de conversión de la biomasa
La biomasa es considerada una energía renovable no convencional.
En nuestro país durante el 2021, el 0,14 % de la electricidad del servicio público se generó mediante esta fuente (Imagen 1).
En el Plan de Expansión de la Generación (Instituto Costarricense de Electricidad, 2014) se indica que el potencial de biomasa identificado (proyectos identificados) es de 122 MW.
Durante el proceso de diálogo se señaló que la tarifa actual para generación con bagazo no ha resultado suficientemente atractiva para que se desarrolle todo el potencial de esta fuente. Hay que considerar que la biomasa proviene de residuos de otras actividades económicas, por lo que su desarrollo depende de las empresas que realizan tales actividades. La energía que se compra actualmente por parte del ICE proviene del bagazo de caña aprovechado por los ingenios azucareros, lo cual tiene la ventaja de que está disponible durante la estación seca, ayudando así a evitar parcialmente la generación con derivados de petróleo.
Para otras fuentes de biomasa diferentes al bagazo existe una metodología tarifaria, pero esta no es exhaustiva en cuanto a las tecnologías disponibles en el mercado para ese propósito.
Otra fuente que podría ser aprovechada es la energía contenida en los residuos sólidos municipales, los cuales pueden ser procesados mediante tecnologías limpias para su tratamiento y disposición final, teniendo como subproducto la generación eléctrica; sin embargo, el país no cuenta actualmente con una metodología tarifaria para este tipo de generación.