El magnetismo es la propiedad que tienen algunos materiales de atraerse entre sí o de atraer a otros materiales.
Algunos ejemplos de materiales con “capacidades magnéticas” son el hierro, el níquel y el cobalto.
Otra propiedad de los materiales magnéticos o imanes es que se pueden mover o girar libremente, situándose en la dirección norte-sur del planeta Tierra, de modo que una misma parte se orienta siempre en igual dirección.
Como nota curiosa, ¿sabía que la Tierra se comporta como un gigantesco imán? Esto se debe a que su núcleo es de hierro no sólido. Y además posee una atmósfera que la rodea en la que se generan “corrientes magnéticas”.
Así, la Tierra tiene unos polos magnéticos.
Imagen 8. El planeta Tierra se comporta como un gran imán
La primera experiencia del ser humano con el magnetismo se puede ubicar en una antigua provincia de Asia conocida con el nombre de Magnesia, en donde se encontraba un “piedra” que tenía la capacidad de atraer otros metales. Esta piedra recibió el nombre de Magnetita.
Imagen 9. Magnetita
Un imán presenta dos zonas magnéticamente activas, denominadas polos. Debido a que cada polo presenta propiedades magnéticas opuestas, para distinguirlos se les denomina polo norte y polo sur, en función el polo terrestre al cual se orienten. Cuando se aproximan dos imanes entre sí, se observa la aparición de una fuerza de interacción que puede manifestarse como atracción mutua con tendencia al acercamiento o al alejamiento entre ellos.
Cuando dos polos se atraen se dice que son polos opuestos y si se repelen son de igual signo. Si un imán se divide en dos partes, en el punto de ruptura se crean dos nuevos imanes con idénticas propiedades que el imán original. No existe un imán de un solo polo (monopolo).
Imagen 10. Atracción y repulsión en los polos de un imán
Campo Magnético
La interacción generada por los imanes se debe a la presencia, a su alrededor, de una zona de influencia denominada campo magnético que se representa mediante líneas de fuerzas o líneas de inducción que indican la forma de este campo y su intensidad, la cual será tanto mayor cuantas más líneas de fuerza haya por unidad de superficie. Por convención se considera que las líneas de fuerza salen del polo norte y llegan al polo sur.
Imagen 11. Representación de las líneas de fuerza en los imanes